Ademar tenía una cuenta en Suiza
ademá tenía un edema
y una enema
y un excema.
Suyo era el lema:
"Es mejor que me tema
y no que me ame".
También era suyo el poema
que decía:
"Vi en otoño florecer
la primavera de tus piernas
cuando cayeron tus medias
como hojas muertas."
Y suyo era el esquema tridimensional
asociado a la luz extrema.
Y suyo el teorema que dice:
"Es mejor no torcer un ángulo recto."
También Ademar tenía un dilema:
"Si un gato tiene siete vidas
¿tendrá también siete muertes?"
Tenía ademá un enfisema,
una diadema
una crema de afeitar
y una muchacha de Ipanema.
Pero pensándolo conciensudamente
yo también tengo un problema:
¿Quién es Ademar?
Jorge Luis Estrella
"El material editado en "Muestrario de Palabras" goza de todos los Derechos Reservados. La administración confía en la autoría del material que aquí se expone, no responsabilizándose de la veracidad de los mismos."
sábado, 31 de enero de 2009
jueves, 29 de enero de 2009
Para pasar el tiempo.
Amigos te sobran, a montones
pues eres mujer y amistosa
Pero Cacho te brinda coscorrones
pues lo tienes arrumbado, como cosa.
No importa ella es buenamoza
que salva los errores, los enmienda.
Mas ruego soy alguien que no goza
y he de perecer sin una enmienda.
Dame un poquito de bolilla
brinda tu néctar de fantasía
dale paz al alma mía.
Dame tu energía que brilla
aquella que tienes sin hipocresía
o vete a la casa de tu tía.
Oscar N. Galante
pues eres mujer y amistosa
Pero Cacho te brinda coscorrones
pues lo tienes arrumbado, como cosa.
No importa ella es buenamoza
que salva los errores, los enmienda.
Mas ruego soy alguien que no goza
y he de perecer sin una enmienda.
Dame un poquito de bolilla
brinda tu néctar de fantasía
dale paz al alma mía.
Dame tu energía que brilla
aquella que tienes sin hipocresía
o vete a la casa de tu tía.
Oscar N. Galante
miércoles, 21 de enero de 2009
¡ Qué mujer !
Sos mujer tan pispireta
a tus años los llevás
tan sutil y tan coqueta
y a tu cuerpo bien arropás.
Con los zapatos al tono
a tu escote levantás
usás bombacha " culotte"
para cuidar al de " atrás.
A los" minos " los revoleás
por senderos de fantasía.
Siempre decís: " es la mía
jamás te quedás atrás.
En fin de la vida
sos la reina sin fallar
y de la noche ni hablar
pues arremeto enseguida.
Oscar N. Galante
a tus años los llevás
tan sutil y tan coqueta
y a tu cuerpo bien arropás.
Con los zapatos al tono
a tu escote levantás
usás bombacha " culotte"
para cuidar al de " atrás.
A los" minos " los revoleás
por senderos de fantasía.
Siempre decís: " es la mía
jamás te quedás atrás.
En fin de la vida
sos la reina sin fallar
y de la noche ni hablar
pues arremeto enseguida.
Oscar N. Galante
lunes, 12 de enero de 2009
AMORES CASEROS
Casada con un "maromo"
que parecía "palomo"
y resultó gavilán;
se van pasando los años,
su cuerpo refleja el daño
de ver el tiempo pasar.
No espera que le agradezcan
las malas noches pasadas
por penas o por amores,
nunca le ha importado nada.
Amorosa del marido
comprensiva y ordenada,
es ejemplar con sus hijos
y nunca se pide nada.
Es la primera en el alba
en preparar con cariño,
lo necesario a los niños
y la ropa del papá.
Con ritmo desesperado
prepara lo necesario
a la hora del yantar;
nadie agradece su esfuerzo
y se toman el almuerzo... sin hablar.
Ingrata pero muy bella
es la vida en el hogar,
y siempre que se comparta
el comer y el trabajar.
Ahora todo ha cambiado;
la mujer ha despertado
y no se quiere quedar,
haciendo todo lo expuesto,
con el "palomo-maromo"
que se volvió gavilán.
Emilio Medina 4/11/01
que parecía "palomo"
y resultó gavilán;
se van pasando los años,
su cuerpo refleja el daño
de ver el tiempo pasar.
No espera que le agradezcan
las malas noches pasadas
por penas o por amores,
nunca le ha importado nada.
Amorosa del marido
comprensiva y ordenada,
es ejemplar con sus hijos
y nunca se pide nada.
Es la primera en el alba
en preparar con cariño,
lo necesario a los niños
y la ropa del papá.
Con ritmo desesperado
prepara lo necesario
a la hora del yantar;
nadie agradece su esfuerzo
y se toman el almuerzo... sin hablar.
Ingrata pero muy bella
es la vida en el hogar,
y siempre que se comparta
el comer y el trabajar.
Ahora todo ha cambiado;
la mujer ha despertado
y no se quiere quedar,
haciendo todo lo expuesto,
con el "palomo-maromo"
que se volvió gavilán.
Emilio Medina 4/11/01
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