Estoy estando mudo de gritarme lo que callan las cosas que me nombran y voy de tanto en tanto tanteándome la vida que me queda hasta dar con lo púdico y lo púbico en el mismo centro de mi amigádala cerebral porque soy una dicotomía exitosa que muta y permuta hasta metamorfosearse en coherencia lo que hace más inaceptable este seguir a tumbos entre tumbas que no otra cosa es existir aunque nos demos de machos y apresuremos el paso y hasta mordisqueemos la fruta más prohibida o saquemos a relucir la oscuridad que heredamos y aunque tenga una puntada en el punto más desprotegido del deseo y ahorque los minutos buscando el sentido que me haga descender hasta las máximas alturas intoxicado de lunas y argumentando olvidos para saciar este quebrado espasmo que me antecede y toda esta ilusión que no sirve ni para tender la ropa y dudo en comprender que soy sólo un ser neurótico que repta insomnios para culminar embebido en placeres inexplicables y me autocuestiono hasta asfixiarme y convertirme de nuevo en un feto pero ya fuera de la placenta más bien lanzado al mundo a las patadas y sin la menor idea de lo que es este lugar que muestra sus dientes afilados y gruñe hostil a pesar de que uno ande diciendo chistes con una sonrisa amable para generar buena onda pero la onda corta se hace larga y larga la corta y uno se corta las venas pero éstas ni siquiera sangran porque la sangre se fue perdiendo de a poco entre malasangre y malasangre y no es que yo no sepa que lo fundamental y edénico es amar a mi mujer como la amo y oler los paisajes de la vida y caminar el mismo sendero que los amigos en especial aquéllos que están metidos hasta el cuello en la poesía porque al fin y al cabo después de todo el sufrimiento y la malaria lo que queda en pie y no se hunde es lo que nos salva.
Jorge Luis Estrella
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