Blanca Barojiana
Oh, Jorge, amor, ¡si estás aquí de nuevo!
No te imaginas cómo he añorado
tu canto de poeta tan amado
(mira a tu espalda y ojo con el huevo).
Ji ji. Pues, Jorge, como te decía,
aún sin ser Fanny, yo también me entrego,
y en escribirte pongo el mayor fuego
(¿merecerá un trompazo esta ironía?).
Ten precaución: no acabes averiado,
y tapa con el pecho la pantalla:
pon cara angelical, no sea que vaya
a escalfarse también el otro huevo.
Tranquilo, que ya te envío un espejo
retrovisor, para que estés a salvo;
y hasta un casco de moto, que por algo
la nuca hay que cuidar: es buen consejo.
¡Oh, Jorge, yo soy tuya enteramente!
Para qué voy a andarme por las ramas
-como, por cierto, otras mil muestrarianas-
sincera, loca, augusta, tontamente.
¡Te amo locamente, lo confieso!
Ji ji. ¿Me oyes o te han dejado tieso?
BB
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