Apretado en el exceso de comida
y la tripa reventando por los gases,
he llegado al lugar de los desfases
y la puerta esta atrancada,¡ que jodida!.
La empujo, la remuevo, la he insultado,
y una leve rendijita con gruñido,
me indica que la hoja ya ha cedido
y de un salto mi trasero se ha posado.
Mi cara se dibuja con sonrisa,
deliciosa, y los gases expulsados
me parecen los aromas de una brisa.
Terminada la faena me dedico
a tirar del papel del escusado:
¡ y compruebo con horror que se ha acabado !.
Emilio Medina M.
7 Diciembre 2010.
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