Estando pelando un pollo
después de haberlo matado,
-en el agua lo he escaldado-
que es como se pela un pollo.
En vida fue un buen galán
-lo dicen sus espolones-,
el traje rico de plumas
¡y con dos buenas razones,
que una gallina me dijo
el haberle tanteado,
dentro de los pantalones!.
Pues, ahora ya no es nada,
al quedarse desnudito,
¡tanto presumir de macho
como rey del gallinero,
y quitándole las plumas
es el palo del plumero!.
Madrugaba por cantar
con gran potencia de voz,
saludando a la mañana
como lo haría un tenor.
Con cuatro granos de nada
hacia su gran comida,
y como el comentaba
todo el tiempo lo empleaba,
en subirse a las gallinas.
¡Pues se ha quedado bien tieso!
-el pobrecito animal-,
una vez que este bien limpio
con salsa lo he de guisar,
y cuatro granos de arroz
que se que le han de gustar.
¡En el mundo hay muchos gallos
parecidos al del cuento,
muchas plumas, mucho canto
y llegando al gallinero,
se les caen los pantalones
y solo se les ve... el plumero!.
Emilio Medina Muñoz
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Ay, pobrecito don pollo!
Lo han matado sin piedad.
En agua lo han de escaldar
y lo comerán sin rollo.
Ya no importa su linaje,
ni su espolón tampoco.
Hasta le quitan su traje
de plumas y lo vuelven loco.
Nunca cantará como gallo,
ni correrá a las gallinas.
no llegará a tener callo
ni paseará pòr la esquina.
Oscar Néstor Galante.
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