lunes, 5 de noviembre de 2007

Luchando con un bidet.

humorada

· Con el pantalón caído

y con postura muy rara,

da una mano de jabón

a tres palmos de la cara.



· una vez bien enjuagado

y en tirando del tapón,

por ese mismo agujero

te pueden ver la función.



· Ha llegado ahora el momento

de secar bien lo mojado,

¿donde estará la toalla?

preguntas malhumorado.



· Te levantas a buscarla;

gran error has cometido,

el agua corre hacia abajo.

Te estas poniendo perdido.



· Con tu cosita bien limpia

por fin acabas saliendo,

lo haces muy sonriente

y te acabas escociendo.



· Tenemos la moraleja:

Si te huele, no te laves.

No te laves aunque huela.







Emilio Medina Muñoz

2 comentarios:

Emilio. dijo...

¡ Que decorado lo han puesto!
pero ese chorro traidor,
es justo en el agujero
y no me voy a sentar,
para no inundar mi cuerpo.
Emilio.

Muestrario de Palabras dijo...

Emilio
Jaja... me rei al leer tu poema y me imagine ese chorro...
Buenisimo como todo lo que escribes!!!
M.