Un chaval, una lata se encontró;
era lata ya vacía de tomate;
no creáis que será gran disparate... ,
a la lata, mil patadas la pego.
Insistente el chaval con la patada;
un abuelo enfadado lo rebate,
el quejido de la lata, da mal cante,
por quedar de los golpes abollada.
Muy feliz por los goles que metió
en la acera y sin tener la portería,...
¡ que contento! a su lata recogió.
Ese publico forofo lo aplaudía
la copa disputada, la mostró...,
un chavea, en bello sueño, sonreía.
Emilio Medina M.
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