Ajustador que levantas
monumentos a las penas,
oprimiendo los engaños
que los años han dejado,
en el pecho de las nenas.
¡Los hay mágicos con aros,
...con refuerzos en las copas,
...que añaden, ...que redondean,
...que suben y que soportan
¡lo que ya no tiene arreglo!,
¡lo que ya a nadie le importa!.
¡Con una treintena menos
sacaban muy buena nota,
dando saltos de alegría
cuando bailabas la jota!.
Solo con un suéter justo
tenían lo suficiente,
¡para alegrarle los ojos
a los vecinos de enfrente!.
¿Seguro que son los mismos?.
¡No me lo puedo creer!;
¡lo que cambia el cuerpo humano
que cumpliendo los cincuenta,
todo se empieza a caer!.
¡Tú no te rías, muchacho,
porque tu lo vas a ver!,
¡que miraras siempre al suelo
y tendrás el desconsuelo,
de no volver a ...comer!.
Emilio Medina M
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