Ella cocinaba su sabroso arroz con leche como casi todos los domingos de invierno, -hay que alimentar bien los chicos, estan en crecimiento. - decía.
José hombre amoroso y diligente se acercó a ella siempre la amó como el primer día.
-¿Te ayudo amor?- preguntó
-no te preocupes tengo todo lo necerario para la merienda, descansa tu- respondió María mientras prestaba mas atención a el arroz con leche, había que evitar que se quemara el fondo de la cacerola.
-José, ¿puedes ir a comprarme clavos para el arroz con leche me olvide de comprarlo? - grito María
-¿Para que querra clavos? se pregunto, pero fue rápido hasta su deposito y buscó y rebuscó y lo unico que encontró fue un par de tachuelas, apresurado llego con sus tachuelas.
al no encontrar a maria en la cocina las hechó en la olla, luego maría vuelve del comedor despues de poner las tazas en cuales se serviría el arroz con leche.
-¿que has hecho con los clavos de olor?- pregunto María
-Los he puesto en la olla, pero no tenía clavos solo encontré tachuelas- contesto,
-¿Que has dicho?
-Que solo encontré tachuelas
-hombre de Dios pero ¿De donde haz sacado que los niños comen tachuelas?
-Es que tu me haz pedido clavos-
-No te aflijas querido me han dicho que el hierro también es bueno para los huesos- contestó maría.
MORALEJA AVECES HAY CLAVOS QUE MEJOR NO TENERLOS EN CASA, POR QUE SINO TE TRAEN TACHUELAS PARA NO SER MENOS.
SANTOAMOR
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