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Soy la mosca que persigue tus orejas,
para darte picotazos inclementes;
no me culpes de picadas imprudentes
pues suave y delicada es tu molleja.
A las cacas de los perros en calleja,
sobrevuelo con zumbon ruido maldito;
si le acierto a ese can en su culito
se lo pongo muy morado cual colleja.
No me asusta ese tubo mata bichos
que hace humo si le aprietas su boton:
no se rinde la mosquita/moscardon.
Lo que temo es esa cinta pegajosa
que se cuelga de la luz, en su cordon,
y que queda con las moscas asquerosa.
¿Alguien sabe de que habla Anselmo?
Emilio Medina M.
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