Me encantaron, queridas damas, vuestros escritos acerca de los que no existen. Les agrego esta historia real.
Era un nonato bastante novato,
hacía poco que no era,
pero, para no ser, era bastante loco
e iba de nada en nada por la vereda
solo, sin hacer ruído.
Como era un nonato novato
era un nonato torpe
que, a veces, por equivocación,
nacía por un rato.
después desaparecía y de él
sólo quedaba un zapato.
Cierta noche al mediodía
conoció a una nonata,
el diablo metió la pata
y tuvieron nonatitos.
Jorge Luis Estrella
No hay comentarios:
Publicar un comentario