viernes, 19 de octubre de 2007

Apreturas intestinales.

muestrario

Estando durmiendo un dia
-cuando aun era muy joven-,
¡¡me entro una gran apretura
de vaciar por no se donde,
cerca de un kilo de callos
con jamón y otros adornes,
regado con vino tinto
y pan moreno de entonces!!.
Traté de ponerme en pie
-sobre las dos y cuarenta-
¡que es la hora que los callos
tienen de hacer la puñeta!.
He conseguido sentarme
en el borde de la cama;
¿quien esta moviendo el cuarto?,
¿quién le da cuerda a la lámpara?,
¿adonde estará la salida?,
¡yo no me acuerdo de nada!.
Por fin encuentro una puerta,
y creo que es la del corral;
¡me aplasto como gallina
y me trato de aliviar,
la pesadez que en las tripas
no me deja descansar!.
¡Yo no se lo que hice allí
pero, me quede tranquilo!,
¡¡si notaba que al andar,
algo venia conmigo
que además de olerme mal,
iba marcando el camino!!.


¡No estaba uno” pa” historias
sobre olores o caminos!,
llegue enseguida la cama
y pronto quede dormido.
Ese día amaneció
-y no se por que motivo-,
¡mejor que fuera de noche
para no ver lo ocurrido!.
¡¡Los callos con su jamón,
con el pan y con el vino,
me acompañan en mi cama
y a mi lado se han dormido!!.

Emilio Medina Muñoz


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